8.9.18

Exactamente 41 horas y media

Hace buena temperatura, ¿verdad? Eso acaba de preguntar mi vecina, y yo no puedo dejar de pensar en la suerte que tengo. Así. en general.

El lunes defiendo el TFG y a ratos soy un flan y a ratos me calmo y me siento culpable. Odio esa sensación, la de estar tranquila por algo bueno y sin embargo sentir que no es para mí, que no me lo merezco o que no me lo he ganado o que todavía me queda un poco más. Siempre un poco más.

En el trabajo es todo maravilloso. Me paso el día flipando como una niña de seis años el primer día de colegio. Cada cosa es mejor y, aunque aún nos quedan dos semanas de formación, ya sé que va a salir bien. Ayer Ale me dijo que da igual lo que pase en la defensa porque ya tengo trabajo y eso no va a cambiar, y la verdad es que es bueno saber que poco a poco hay cosas que han llegado y que no van a cambiar. 

Estoy feliz y estoy tranquila. Y que dure, por favor, que dure. 

Pues bueno, todo eso, y que voy a cenar croquetas.


31.8.18

...y cuanto más me lo decías...

Dijiste que ibas a llevarme. Dijiste que era tu ciudad y que estaba llena de nuevas oportunidades y que tenías una lista de parques y de cafeterías y de museos a los que llevarme. Que iríamos de la mano. Que me besarías en cada esquina. 'Voy a quererte siempre', decías, siempre. Como en la canción. Como en todas las canciones en realidad, porque siempre hablaron de lo que estábamos creando.

(Hoy le contaba yo a C. que eres la única persona con la que yo me he imaginado teniendo una familia.)

Que todo sería fácil, dijiste.

Y durante todo el tiempo que fui capaz de creerte, yo me lo creí.

30.8.18

Alguien que te cuide

Ayer llegué a Madrid y me caí por las escaleras. No fue una caída muy aparatosa tampoco, bajé sentada la mitad de la escalera y ya. El resultado es un moratón en el culo y otros tantos repartidos por los brazos. Después de eso fui a donar sangre y, para variar, tengo el hierro en el límite. (Nota: id a donar sangre.) Desde la depresión y la anemia, yo siempre tengo el hierro en el límite. Y da igual los frutos secos, verduras y blablablas que coma, que mi hierro siempre está en el límite. En realidad me pasa un poco igual con todo.

Ayer también me llegó la convocatoria para el trabajo nuevo y eso me hizo respirar. En algún rincón de mi cabeza estaba la posibilidad de que se echasen atrás en el último momento pero no, al parecer me siguen queriendo y eso es guay. De hecho, eso es muy guay.

Me he mudado a casa de C. hasta el sábado. Así nos cuidamos mutuamente y nos soportamos mutuamente también. Yo estoy imposible con el TFG y ayer me tenía preparados catorce tipos de quesos y tomates de la huerta y tortilla de patatas con cebolla. Así de las crujientitas por fuera y jugosas por dentro. No sé, creo que todo el mundo debería tener alguien que le cuide así. Debería poder recetarse en las épocas de estrés: "Dos litros de agua al día, camine durante treinta minutos y siéntase usted mimado tres veces por semana."